miércoles, 23 de enero de 2013
SERANTES
Característica cumbre de la comarca del Gran Bilbao / Bilbao Handia ) pues es
visible desde cualquier alto que nos sitúe un poco por encima de las grandes
extensiones urbanas e industriales que estampan esta región de Bizkaia. Su
graciosa silueta cónica domina ampliamente los principales núcleos de población
de la comarca.
En documentos antiguos aparece citado este monte con el nombre de
Serantes, además de Serantes. Parece que es creación del diccionario de
Madoz, la voz de Serantes el Grande, como rasgo diferenciador con el Montaño
( 319 m ), una cumbre próxima de similar fisonomía pero de menor
envergadura, y que figura en esta obra con el nombre de Serantes el Chico. Su
cónica silueta ha dado lugar a los comparativos con un antiguo volcan hasta tal
punto que en 1848 se encargó al geologo Guillermo Bowles la tarea de estudiar
esta posibilidad. El estudio dictaminó que Serantes nada tenía que ver con el
vulcanismo.
El Gran Bilbao articula sus densos núcleos de población entorno a la
desembocadura del río Nerbioi/Nervión, dando lugar a las dos márgenes. La
margen izquierda es la más industrializada y agrupa las poblaciones de
Ortuella, Portugalete, Santurtzi, Sestao, Trapagaran y Barakaldo, mientras que
en la margen derecha encontramos Erandio, Leioa y Getxo, que suman además
algunas importantes zonas residenciales. Un millón de habitantes pueblan la
comarca, constituyendo una de las mayores áreas metropolitanas de Europa
occidental, acogiendo, además, a la mitad de la población de Euskal Herria.
La cumbre de Serantes ( 451 m ) queda sobre la margen izquierda, vigilando la
salida del Nervión hacia el Abra. Su cima, ya de por sí bastante característica,
queda rematadas por colosales antenas y los restos de un fortín que confirman
su estratégico valor como atalaya. El fuerte de Serantes fue construido para la
defensa militar del Abra de Bilbao. Posee 6.800 Ha. de superficie y fue usado
por tropas del ejército hasta el año 1.910.
Al E., el collado del Llano ( 222 m ), permite observar un laberíntico polvorín
que llega hasta la loma de El mazo ( 237 m ). En el camino del collado a la
cima hay un pozo impresionante. En la creencia de la gente, está el hecho que
cuando el mar se enfureze llega por aquí el sonido de las olas.
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